miércoles, 4 de noviembre de 2009

Su jefe puede ser un asesino

Su jefe le puede estar matando. Así que tenga mucho cuidado. Un mal líder no solo hace que se resienta la cuenta de resultados. Los que han trabajado para uno de estoskiller bossessaben bien de que hablamos; para los que no se lo crean del todo, algunos expertos se han empeñado en probar que un mal jefe perjudica seriamente la salud.

El caso de France Telecom, donde se han producido casi una treintena de suicidios en el último año y medio, es el más extremo. Uno de los últimos fallecidos, un francés de 51 anos, casado y con dos hijos, dejó una carta a su mujer en la que explicaba que tomó la decisión de quitarse la vida por "el clima en su empresa". Era el número 24.

Según un estudio de la consultora estadounidense Envisia Lerning, los empleados que calificaron a los líderes de la organización como eficaces se sentían más comprometidos y satisfechos con el trabajo. Además, tenían menos estrés y más ganas de seguir en la compañía que aquellos que evaluaron a sus jefes como menos efectivos. Es decir, un buen jefe repercute en la retención del talento, la motivación y en el estrés de sus empleados. Hasta ahí todo normal.



Lo verdaderamente preocupante es que los malos líderes impactaban en su salud física y psicológica. Según el psicólogo Kenneth Nowack, presidente de Envisia y socia en España de la consultora de Recursos Humanos People Excellence, "los empleados que trabajaban para jefes que consideran injustos tienen un 30% más de riesgo de padecer enfermedades coronarias. Así que un mal jefe puede llegar, literalmente, a matar a sus empleados".

Varios científicos han encontrado pruebas médicas que relacionan estrés y salud en el trabajo: los empleados que sufren conflictos interpersonales en el trabajo tienen más del doble de posibilidades de coger un resfriado. El sociólogo Stanley Cohen lo comprobó suministrando virus a varios voluntarios. Aquellos que declaraban estar a gusto en el trabajo enfermaron menos.

Con estos datos, no extraña demasiado que casi uno de cada cuatro empleados prefiriera arriesgarse a tener un jefe nuevo que seguir con el mismo, según un reciente estudio de la consultora Otto Wagner sobre liderazgo en empresas españolas. Los resultados del estudio, sobre más de 700 jefes, es que un 42% de ellos no está a la altura de su cargo, según sus empleados. El ratio de los mandamases realmente tóxicos es de un 6,2%. Estos son los killer bosses sin remedio.

Sin embargo, un 17% de los que lo hacen "muy mal", son jefes que podrían ser potencialmente buenos. "Hay jefes que podrían hacer bien su trabajo pero se pierden por el camino", explica Paco Muro, presidente de la consultora y director de investigación del estudio. "Eran buenos en su trabajo, pero al ascenderlos lo hacen mal porque nadie los ha preparado para saber mandar".

Según los expertos, la asignatura pendiente está sobre todo en la pequeña y mediana empresa, porque las multinacionales hace más tiempo que empezaron a preocuparse por la formación de liderazgo.

"¿Se imagina el liderazgo, la energía extra y la credibilidad que una empresa obtendría si eliminara de su equipo a todo jefe que no da la talla una vez se hubiera demostrado su incapacidad para mejorar?", concluye Muro.

Con la crisis ha aumentado la preocupación por el liderazgo en las empresas y los errores se miran con lupa. ¿Pero quién le pone el cascabel al (mal) jefe?

Fuente: Actualidad Económica (2009). Nº 2681

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